Durante este periodo de confinamiento, es tiempo de cuidarse.
Pero de cuidase unas a otros y otros a unas, porque la responsabilidad de esta generosa y humana tarea no puede recaer solo en la mitad de la sociedad.
Los cuidados de los hijos e hijas, de nuestros mayores, de nuestros enfermos... recaen de manera tradicional en las mujeres. Consentimos, ignoramos y, en ocasiones, aplaudimos, esta desigual forma de vivir en sociedad, sin pensar en lo injusto de la situación.
Y el coronavirus ha venido, entro otras cosas, para evidenciarlo aun mas: la mujer carga con su propia ocupación laboral, ahora en casa, teletrabajando o fuera en puestos de primera línea, con el cuidado de los hijos, veinticuatro horas diarias ahora que no hay colegio, y con la mayor parte de las tareas del hogar. No hay humano que resista esta realidad mucho tiempo. ¿o, si?
Es tiempo de que los hombres tomen conciencia de esta injusticia, es tiempo de que valoren y comprendan que, el mal llamado sexo débil, carga con el ochenta por ciento del trabajo. Es tiempo de que, de una vez por todas, ejemplifiquemos para nuestros niños y niñas que las tareas se pueden compartir y conllevar de manera equitativa.
Desde nuestro programa "Empiezo en el cole, sigo en casa, continuo en el pueblo" queremos concienciar al alumnado de que cuidarse es cosa de todos y todas: es atender a la compañera que llora porque se le ha roto el pantalón, es colaborar recogiendo y limpiando lo que ensucias en casa y es también, permanecer en casa para que los abuelos no enfermen.
Hemos invitado a nuestro alumnado a continuar con el programa planteándole estas tareas, además de las académicas, como parte de su deber como alumnos y alumnas, hijo e hijas y ciudadanos y ciudadanas responsables.
Para continuar con este programa hemos compartido con las familias esta imprescindible
Guía de la corresponsabilidad
